El efecto biofília

Erich Fromm llamó biofilia, amor a la vida, al anhelo del ser humano por convivir con la naturaleza. Según Edward O. Wilson, sería “la necesidad del hombre de conectarse con el resto de los seres vivos”. Somos parte de la red de la vida. De la web of life.

Existen miles de estudios que demuestran que mirar el verde de los árboles desde la ventana de la habitación de un hospital acelera la curación, reduce el estrés, mejora la salud, ayuda al paciente y al personal médico. Los enfermos sufren menos complicaciones, toman menos medicamentos y son dados de alta antes que los que miran hacia una pared de ladrillos.

Se ha demostrado, mediante análisis de orina, que un día en el bosque reduce la adrenalina y el cortisol, la presión sanguínea y la frecuencia cardiaca. Se fortalece así nuestro sistema inmunitario, con un aumento de los linfocitos citolíticos (las células asesinas) en más de un cincuenta por ciento y, además, hace que estos sean más efectivos.

La energía del bosque como tal nos fortalece.